lunes, 1 de febrero de 2016

Intoxicación por Drogas de Abuso en Extra-hospitalaria.


Una de las epidemias sociales de mayor y más rápida extensión en la pasada centuria y con probabilidad de extenderse y hacerse aún más grave en el siglo XXI, lo es el problema mundial de las drogas; fenómeno que representa una importante amenaza para la salud y el bienestar de los seres humanos, al menoscabar las bases socioeconómicas, culturales y políticas de la sociedad.



La drogadicción, farmacodependencia o drogodependencia es un padecimiento que consiste en la dependencia de una sustancias químicas que afectan el sistema nervioso central y las funciones cerebrales al igual que producen alteraciones en el comportamiento, en la percepción, en el juicio y en las emociones. Los efectos de las drogas son diversos, dependen del tipo de droga , de la cantidad y frecuencia con la que es consumida. Pueden producir alucinaciones, intensificar o entorpecer los sentidos o provocar sensaciones de euforia o de desesperación. El adicto necesita consumir una determinada cantidad de la sustancia para alcanzar ciertas sensaciones placenteras o bien para eliminar sensaciones desagradables derivadas de la privación de esta (el llamado síndrome de abstinencia).
La dependencia producida por las drogas puede ser de dos tipos:
Dependencia física: El organismo se vuelve necesitado de las drogas, tal es así que cuando se interrumpe el consumo sobrevienen fuertes trastornos fisiológicos, lo que se conoce como Síndrome de abstinencia. Por ejemplo, algunos medicamentos para la presión sanguínea.
Dependencia psíquica: Es el estado de euforia que se siente cuando se consume droga, y que lleva a buscar nuevamente el consumo para evitar el malestar u obtener placer. El individuo siente una imperiosa necesidad de consumir droga, y experimenta un desplome emocional cuando no la consigue. Por ejemplo, la abstinencia de la cocaína no trae síntomas como vómitos ni escalofríos como en el caso de la heroína; en cambio se caracteriza principalmente por una fuerte depresión y ansiedad.
Valoración de la escena
Identificar la zona en la que se encuentra el paciente, y valorar la seguridad para los componentes de la dotación.
Observar el entorno del paciente en busca de posibles indicios sobre el uso de sustancias tóxicas (jeringuillas, agujas, medicaciones, presencia de vómitos, etc.), y evitar el contacto con ellos.
Preguntar a amigos o familiares acerca de la posibilidad de hábitos en el consumo de tóxicos.
Valoración primaria
Determinar la respuesta del paciente a estímulos (Valoración AVDN).
Garantizar la permeabilidad de la vía aérea.
En pacientes inconscientes, realizar su control con cánula orofaríngea tipo Guedell.
Si existiera vómito, lateralizar la cabeza del paciente, con control cervical en caso de sospecha de trauma, y realizar un barrido digital y/o aspiración si procede.
Valorar el estado respiratorio del paciente y sus alteraciones.
Bradipnea, taquipnea, pausas apneicas o paro respiratorio.
Superficialidad o profundidad anormal y/o irregularidad de los ciclos respiratorios.
Presencia de gran esfuerzo respiratorio.
En los casos en que existan alteraciones en la respiración:
Proporcionar oxígeno a alto flujo mediante mascarilla con reservorio a 10-12 l/min.
Si la respiración está ausente o existe una bradipnea extrema, ventilar con bolsa de resucitación conectada a reservorio y O2 a 10-12 l/min.
Valorar el estado circulatorio del paciente si existen alteraciones:
Si no lo hubiera realizado con anterioridad, proporcione oxígeno a alto flujo mediante mascarilla con reservorio a 10-12 l/min.
Valore el estado neurológico del paciente.
Objetive posibles disminuciones en el nivel de respuesta (AVDN) y su evolución tras las primeras estimulaciones.
Determinar la existencia de desorientación témporo-espacial y personal, agitación o convulsiones.
Compruebe el tamaño y reactividad pupilar, con el fin de determinar signos de miosis o midriasis, así como enlentecimiento en la reactividad a la luz.
Si existen alteraciones neurológicas:
Si no se realizó con anterioridad, proporcione oxígeno a alto flujo mediante mascarilla con reservorio a 10-12 l/min.
Si presenta durante la atención un descenso del nivel de consciencia, colocar cánula orofaríngea tipo Guedell y comunicar a la Central esta circunstancia.
En el caso en que las alteraciones puedan comprometer las funciones vitales del paciente, iniciar maniobras de SVB.
Exponer al paciente retirando las ropas en busca de lesiones o señales que puedan ser indicio del uso habitual de sustancias tóxicas.
Valoración Secuandaria
Reevaluar de forma contínua el ABCD del paciente. Si se detecta compromiso de las funciones vitales se suspenderá la valoración secundaria e intentará su estabilización.
Explorar al paciente desde la cabeza a los pies e interrogarlo (si su estado lo permite).
Intentar descartar la posibilidad de otras patologías subyacentes a la intoxicación (TCE, EVCA, etc.)
Prestar atención a signos de ingesta de bebidas alcohólicas o administración de otras drogas de abuso (Ej. aliento del paciente, jeringuillas, pastillas, etc.)
El objetivo de la valoración del paciente no se debe centrar en la determinación del uso de uno u otro tóxico, o combinaciones de éstos, sino en la determinación de las alteraciones de las funciones vitales producidas por el/los tóxicos, y en descartar otras patologías enmascaradas por la intoxicación.
Monitorización constante del paciente, con especial atención en la vigilancia de la FR (frecuencia respiratoria) y SatO2 (pulsioximetría).
Realización de breve historia del paciente, si su estado lo permite, o está presente alguna persona que pueda proporcionar la información requerida.

  • Alergias.
  • Medicaciones que estuviera tomando, relacionadas o no con el incidente.
  • Enfermedades significativas, crónicas o no, que el paciente haya sufrido.
Resolución de la actuación
Traslado en SVA
Si el paciente está inconsciente o presenta alteraciones en sus funciones vitales que puedan comprometer su vida.
Si las alteraciones del paciente no corresponden al uso de tóxicos, pero son susceptibles de valoración médica.
Si el paciente puede representar un peligro para sí mismo o para el resto de las personas, y no acepta ser trasladado a un centro sanitario.
Si el paciente rechaza la asistencia y presenta alteraciones que aconsejen su traslado.
                                                                       Tipos de drogas, sus riesgos y consecuencias

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